Xalapa, Ver.
Tabiqueros de la congregación de El Castillo reiteraron que el intento de extorsión que sufrieron hace unos días no fue realizado por personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), sino por personas ajenas que pretendían obtener 15 mil pesos por cada uno de los 200 propietarios de estas fábricas, dijo el ejidatario y representante de los afectados, José Pérez López.
Descartó que los agraviados presenten denuncias oficiales en contra de quienes resulten responsables, pues abundó que lo que menos quieren es sufrir posibles represalias.
Aseguró que de manera reciente los tabiqueros tuvieron un acercamiento con la Profepa para aclarar lo sucedido, además de que exhibió un documento oficial expedido por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en donde se les permite explotar adecuadamente los recursos naturales para la fabricación de tabiques, tejas y celosías, entre otros, en aquella comunidad.
Destacó cada fábrica de tabique en El Castillo garantiza ingresos económicos parta la manutención de al menos 4 familias, por lo que en caso de haberse perpetrado la extorción las afectaciones económicas hubieran demacrado la calidad de vida de la mayoría de los habitantes de aquella comunidad.
Agregó que la relación con las autoridades de la Profepa siempre ha destacado por la cordialidad y madurez de tratar los asuntos o intereses de ambas partes, por lo que recalcó que el intento de extorción fue protagonizado por gente agenda a esa dependencia.
Comentó que de manera inicial la visita de los falsos empleados de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente sorprendió a la mayoría de los tabiqueros, quienes de inmediato se reunieron para tratar el tema en busca de soluciones.
Recordó que los extorsionadores los acusaron de talar árboles para obtener madera y emplear llantas como combustibles para sus hornos, lo que en conjunto generaba un problema de deforestación en El Castillo y la emanación de concentrados altamente contaminantes.
Sin embargo, dijo que ninguno de ellos incurre en esta mala práctica y que por ello no dudaron en acercarse a la Profepa para alertarla de lo sucedido.
Finalmente, reiteró que ninguno de ellos fue víctima de la extorsión y que después de tener un acercamiento mayor con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
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