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Xalapa, Ver.
Artesanos y comerciantes ambulantes que mantenían invadida la calle Enríquez regresaron a sus tradicionales puestos del Callejón del Diamante luego de concluir las obras de renovación de la red hidráulica de ese lugar.
Los vendedores informarles permanecieron durante una semana sobre Enríquez, pues a casa de las obras se realizaron zanjas y hoyancos que los obligaron a salir del callejón.
Los comerciantes decidieron invadir la calle Enríquez con el seguimiento de las obras que llegaron a su lugar de trabajo sin previo aviso. La colocación de puestos ambulantes en las inmediaciones del Callejón del Diamante causó la inconformidad de peatones que se vieron en la necesidad de exponerse al paso de vehículos por no tener paso libre por las banquetas.
Los vendedores sostuvieron que durante el tiempo que duraron las obras en el callejón los inspectores de Comercio del ayuntamiento querían obligarlos a trabajar entre los escombros, sin tomar en cuenta las pérdidas económicas que esto implicaría para ellos.
Durante los últimos días los artesanos y comerciantes del callejón realizaron sus ventas sobre Enríquez sin ser sancionados por las autoridades locales por la invasión que realizaron.
Finalmente, al concluir las obras de renovación de la red hidráulica en el Callejón del Diamante los comerciantes pudieron regresar a su tradicional sede, donde desde ayer ofrecen sus artesanías y diversos objetos a quienes diariamente transitan por ese lugar emblemático de la capital.
Los vendedores informarles permanecieron durante una semana sobre Enríquez, pues a casa de las obras se realizaron zanjas y hoyancos que los obligaron a salir del callejón.
Los comerciantes decidieron invadir la calle Enríquez con el seguimiento de las obras que llegaron a su lugar de trabajo sin previo aviso. La colocación de puestos ambulantes en las inmediaciones del Callejón del Diamante causó la inconformidad de peatones que se vieron en la necesidad de exponerse al paso de vehículos por no tener paso libre por las banquetas.
Los vendedores sostuvieron que durante el tiempo que duraron las obras en el callejón los inspectores de Comercio del ayuntamiento querían obligarlos a trabajar entre los escombros, sin tomar en cuenta las pérdidas económicas que esto implicaría para ellos.
Durante los últimos días los artesanos y comerciantes del callejón realizaron sus ventas sobre Enríquez sin ser sancionados por las autoridades locales por la invasión que realizaron.
Finalmente, al concluir las obras de renovación de la red hidráulica en el Callejón del Diamante los comerciantes pudieron regresar a su tradicional sede, donde desde ayer ofrecen sus artesanías y diversos objetos a quienes diariamente transitan por ese lugar emblemático de la capital.
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