Xalapa, Veracruz
La alcaldesa de Jilotepec, María de Lourdes Lara López, exhortó a la población a amar la naturaleza y restaurar las áreas forestales del municipio.
En el marco del festejo por el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, la Presidenta Municipal destacó: “nosotros que hemos destruido el medio ambiente debemos coadyuvar en que estas áreas vuelvan a ser productivas”.
El municipio de Jilotepec fue sede en Veracruz de esta celebración que organiza la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y que este año tiene como tema “lograr la seguridad alimentaria para todos a través de sistemas alimentarios sostenibles”.
Para llevar a cabo este fin, la UMA El Malpaís, ubicada en la localidad de Paso San Juan, albergó a autoridades del H. Ayuntamiento de Jilotepec, la Subsejuver, así como ejidatarios, estudiantes de la Universidad Veracruzana y el Tecnológico de Puebla.
Como parte de las actividades programadas para este día, se realizó un recorrido con los asistentes para mostrar los trabajos de Conservación de Suelos y Reforestación que se llevan a cabo en el ejido, donde además se cultivan plantas de la región con la finalidad de garantizar su preservación, como la Pata de Elefante, Mammilarias y Pitayas.
“Con estos trabajos demostramos que si se puede pero hay que tenerle amor a la tierra y a la naturaleza”, destacó la alcaldesa, quien dijo a los presentes que espera queden enamorados de las tierra de Jilotepec para no sea la única vez que visiten sus localidades y recorran sus entornos naturales.
Para concluir el evento, se realizó una reforestación con especies de la región y se impartió un taller de Cultura Forestal a los niños asistentes.
Datos generales:
Bajo la consigna «El que algo quiere, algo le cuesta, invirtamos en suelos sanos», el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía buscan concientizar sobre la importancia de efectuar las siguientes acciones:
· Un cambio en el uso de la tierra, apostando por una agricultura más sostenible y que se adapte al cambio climático, en especial en aquellas zonas áridas en las que la escasez de comida es cada vez mayor.
· Un mayor acceso a los avances tecnológicos y a la titularidad de tierras de los pequeños agricultores que respetan el medio ambiente y dan una respuesta a las necesidades alimentarias de millones de hogares, especialmente de los más pobres.
· Un mayor equilibrio entre las finalidades ecologistas y el consumo de alimentos.
· Un aumento de las inversiones encaminadas a promover mejores prácticas y un sistema de producción más sostenible y
· Un aumento de las acciones encaminadas a visibilizar las consecuencias de la desertificación, cuyos efectos sobre la paz, la seguridad y la estabilidad son invisibles pero, sin embargo, una realidad para los países con escasez de agua y de comida, y cuyos habitantes se ven obligados a emigrar como consecuencia de este problema.
· Un cambio en el uso de la tierra, apostando por una agricultura más sostenible y que se adapte al cambio climático, en especial en aquellas zonas áridas en las que la escasez de comida es cada vez mayor.
· Un mayor acceso a los avances tecnológicos y a la titularidad de tierras de los pequeños agricultores que respetan el medio ambiente y dan una respuesta a las necesidades alimentarias de millones de hogares, especialmente de los más pobres.
· Un mayor equilibrio entre las finalidades ecologistas y el consumo de alimentos.
· Un aumento de las inversiones encaminadas a promover mejores prácticas y un sistema de producción más sostenible y
· Un aumento de las acciones encaminadas a visibilizar las consecuencias de la desertificación, cuyos efectos sobre la paz, la seguridad y la estabilidad son invisibles pero, sin embargo, una realidad para los países con escasez de agua y de comida, y cuyos habitantes se ven obligados a emigrar como consecuencia de este problema.
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