Río Sedeño, destinado a desaparecer por contaminación excesiva

Ángel García
Banderilla, Veracruz 

El Río Sedeño está condenado a perderse a causa de la contaminación excesiva que diariamente recibe de parte “de gente desconsiderada”, dijeron vecinos de este lugar.

Basta con echar un vistazo al afluente, a la altura del puente entre los límites de Xalapa y Banderilla, para ver bolsas repletas de basura, vísceras de animales y huesos aparentemente de reses y cerdo, que en su mayoría son arrojados por taqueros que laboran en colonias como la Campo de Tiro y Culturas Mexicanas, entre otras, según los habitantes.

Recodaron que hace más de dos décadas el río Sedeño destacaba como una hermosa área natural y un lugar de recreación familiar por las pozas denominadas “El Salto del Gato” y “Los Cubos”, donde se podían echar clavados y disfrutar de un agradable día de campo.

Sin embargo, actualmente el río sufre de contaminación excesiva y difícilmente podrá ser rescatado, pues mientras por un lado hay gente que no deja de arrojar contaminantes a cualquier hora del día por el otro se sufre la pasividad de las autoridades, dijeron los vecinos.

Jorge Martínez, habitante de este poblado, dijo que “los más cochinos son los taqueros” al asegurar que generalmente por las noches acuden al río Sedeño, a un costado del puente nuevo, para arrojar bolsas con basura, desechos de limones, tortillas, carne descompuesta y huesos.

Agregó que por las noches también han llegado camionetas para deshacerse de cargas completas de basura que son arrojadas al afluente que actualmente destaca por su pestilencia y los acumulamientos de botellas de plástico, pañales sucios, latas, bolsas y hasta perros muertos.

“Del río Sedeño sólo quedan los recuerdos”, citó Margarita Grajales, quien añoró los días de campo en familia en “El Salto de del Gato” y “Los Cubos”, en donde el agua “era tan limpia y cristalina”, al grado de poder ver los peces y las ranas que predominaban.

Sostuvo que el afluente está condenado a perderse a causa de la contaminación, pues además de la basura que lo degrada no descartó que a lo largo de su trayecto reciba descargas de aguas negras que “terminan por condenarlo”.

Finalmente, los vecinos señalaron que todos han contribuido en la contaminación excesiva del río Sedeño al precisar que también hay niños y jóvenes que arrojan sus envases de refresco o bolsas de frituras al pasar a un costado del río, aún acompañado de sus papás y mámas.