jueves, 5 de febrero de 2015

Piden por la paz mundial en misa en honor a la Candelaria

Ángel García
Tlacotalpan, Veracruz 

La principal iglesia de Tlacotalpan lució llena de feligreses que llevaban niños Dios y velas que fueron bendecidos durante la misa solemne en honor a la Virgen de la Candelaria.
El Santuario de la Candelaria, con su bóveda y cúpula de piedra de coral, estuvo de gala. Su interior destacó con adornos de flores frescas de muchos colores y entre ellas sobresalía la imagen de la Santa Patrona de “La Perla del Papaloapan”.
La misa del Día de la Candelaria fue presidida por el obispo de la diócesis de Veracruz Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, quien exhortó a los presentes a mantener y fortalecer su fe.
Durante la celebración religiosa el obispo también pidió a los asistentes y miembros de la comunidad católica a orar para pedir por la paz mundial.



La Virgen de la Candelaria fue trasladada a las inmediaciones del santuario para poder ser admirada por quienes no alcanzaron un lugar en la iglesia. El templo fue insuficiente para albergar a los feligreses, pues hubo varios que tuvieron que escuchar la misa desde las inmediaciones.
Los agradecimientos, las súplicas y las peticiones se escucharon entre los asistentes a la homilía, quienes enfocaban generalmente sus plegarias en la salud de familiares enfermos y mayores oportunidades de trabajo.
Niños, jóvenes y adultos por igual permanecieron atentos a la homilía tanto en el interior del santuario como en el parque Hidalgo, donde se instalaron bocinas para que aquellos que no alcanzaron un lugar adentro no se perdieran la palabra durante la misa especial del 2 de febrero.
Al término de la homilía los asistentes nuevamente acudieron a las calles de Tlacotalpan para disfrutar de las festividades que han atraído a miles de visitantes a su municipio.
En la homilía estuvieron presentes el gobernador Javier Duarte de Ochoa, su esposa Karime Macías Tubilla; el alcalde de este lugar Homero Gamboa Martínez y su esposa, Ninfa Romero Meza, junto con otros funcionarios de Gobierno del Estado.

Saldo blanco durante paseo de La Candelaria en el río Papaloapan 


Las aguas del río Papaloapan se engalanaron con el tradicional paseo de la Virgen de la Candelaria que se lleva a cabo cada 2 de febrero en “La Perla del Papaloapan”. Entre cantos y alabanzas entonados por miles de feligreses la imagen de la Santa Patrona avanzó lentamente en una majestuosa panga que destacó entre las demás por su tamaño y adornos.
Los fieles católicos no dudaron en demostrar su fe y devoción por la Virgen de la Candelaria. Niños, jóvenes y adultos de todos los sectores sociales y de diversas partes del país y del mundo aplaudieron con insistencia e inclinaron sus cabezas ante su paso.
Las súplicas y plegarias no faltaron, en especial para pedir por la salud, por el trabajo y por la abundancia. Los pescadores pidieron su intervención para gozar de una mayor producción pesquera y los agricultores por un campo más bondadoso.
Entre las plegarias también solicitaron la protección de la virgen ante las crecientes del río Papaloapan o de Las Mariposas para evitar inundaciones graves como la provocada por el paso del huracán Karl en 2010.
El paseo inició alrededor de las 16:00 horas, cuando salió de su santuario para recorrer primero las principales calles de la zona centro y más tarde entrar en la panga al afluente.
La estructura de la panga que paseó a la Santa Patrona estuvo tapizada con hermosas flores que, a pesar de su belleza multicolor, en nada se compararon con la emanada de la reina de esta región.
La panga principal fue seguida muy de cerca por coloridas embarcaciones locales y de puertos cercanos que no perdieron ni un solo detalle de lo sucedido.
Las mujeres fueron las que rezaron más, mientras que los hombres se quitaron el sombrero como señal de respeto. Los niños sacudieron sus manos de manera insistente para saludar a la virgen.
Al término del paseo la imagen de La Candelaria regresó a su iglesia, donde se llevó a cabo una misa en su honor. La vigilancia en el río y en las calles que se abarrotaron de personas estuvo a cargo de la Fuerza Civil y de la Secretaría de Protección Civil.

Gastronomía que enamora

Las festividades en honor a la Virgen de la Candelaria no sólo son baile, música, toros y religión. Su amplia gama de olores y sabores hacen que su gastronomía enamore y deje satisfechos incluso a los gustos más exigentes.
La mayoría de los platillos tradicionales son de origen europeo y su preparación se basa especialmente en el aceite de olivo, las almendras, las aceitunas y las alcaparras.
Toda esta mezcla de sabores da un toque especial a la cocina local, donde las acamayas, los camarones y todo tipo de mariscos adornan las mesas de los comensales y también dejan encantados sus paladares.
El río Papaloapan “es una bendición para Tlacotalpan”, dijo el restaurantero Armando Flores, al explicar que de sus aguas obtienen los alimentos que diariamente preparan y transforman en una verdadera delicia.
Los platillos típicos de Tlacotalpan, narró, vienen desde los antepasados y aunque su preparación ha variado un poco su esencia española se ha conservado.
El acuyo o la hoja santa no puede faltar para la preparación del huachinango o del robalo que se sirve en los platos como pescado a la veracruzana.
El salpicón de mariscos en frío es parte de la gastronomía de “La Perla del Papaloapan”, sin olvidar los langostinos y los huevos con camarón.
Además de los pescados y mariscos en Tlacotalpan se preparan los antojitos típicos de la cocina mexicana como las enchiladas, las picaditas y las gorditas, pero con un toque especial. Son acompañadas de frijoles refritos y tortillas hechas a mano.
La almendra es básica para la elaboración de postres, pues sin esta semilla es imposible elaborar gelatinas, el Beso del Duque y la denominada Sopa del Cielo, de acuerdo con el restaurantero.
Las golosinas de mayor demanda son la empanada de guayaba y el marquesote, un bizcocho duro y delicioso, que figuran entre la gastronomía tradicional de este municipio.
El marquesote es un pan tradicional que se realiza con leña y productos naturales desde hace más de 70 años en Tlacotalpan. Su producción está presente en el paladar de su gente y de sus visitantes.
El pan se elabora con productos totalmente naturales, básicamente con harina, huevo, azúcar y ajonjolí.
Para satisfacer la demanda de los visitantes a las fiestas en honor a la Virgen de la Candelaria se realizaron más de 2 mil 500 paquetes de marquesote, de acuerdo con el restaurantero.